
Hace un par de semanas se estrenó la segunda parte de la tercera temporada de The Walking Dead, un exitoso show que ha conseguido atrapar mi atención desde que comencé a verlo a la mitad de la primera temporada.
Al haber leído el comic -hasta el número más reciente-, es emocionante ver cómo adaptaran lo ahí descrito a la serie de televisión. Ciertamente no todo cabe y no todo lo que hemos visto está apegado a la versión impresa; sin embargo, esto no es obstáculo para que el programa de televisión sea un hit.
Pero como decía, en esta tercera temporada veremos el enfrentamiento entre el grupo de Rick (el comisario) y el Gobernador, que en los comics fue cruel y sanguinario, mucho más de lo que hemos alcanzado a ver en la TV. En cuanto a los dos episodios que se han transmitido, el primero, al ser el regreso de la pausa de media temporada, obviamente generó gran interés. Una vez que se resolvió el asunto de los capturados, el segundo episodio fue de flojera, casi hasta el final. Con un Rick muy loco, y un Glenn envalentonado.
Solo los 5 minutos finales -creo- salvan el episodio al suceder lo por todos esperado, el ataque del Gobernador a la prisión, cobrando la vida de un personaje secundario.
Como los agarró en la baba, desprevenidos, el precio pagado fue barato. A ver si así el comisario ya despierta de ese estado zombie (sin haber sido mordido o haber muerto) para retomar su papel como líder del grupo y hacer pagar al Gobernador.
Sin duda viene lo mejor en los siguientes capítulos. Esperemos.
Nos vemos en el golpeo!
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